miércoles, 25 de junio de 2014

CAPÍTULO 6 - La ira de Wolver Klaus

BSO: https://www.youtube.com/watch?v=4X_7bdD8P0w

Era otra vez esa furia que sentía en su interior. Sabía que tenía que reprimir su poder, tenía que controlarlo, pero se hacía mas y mas fuerte en su interior. Era un hombre fuerte y musculoso, al fin y al cabo había estado en el ejercito por años y su corte de pelo y uniforme aún lo conservaba; pero esa noche sus venas se notaban muchísimo mas hinchadas de lo normal. Y no sabía como, la maldita luna le conllevaba a actuar de una forma irracional y violenta, con un descontrol que se salía de su poder. Pero no estaba solo, a su alrededor, una manada de lobos, doce en total, se habían reunido ante él, y tenían sed. Aquellos disparos que había escuchado hace un momento tampoco le ayudaban, pues le recordaba escenas de la guerra del pasado.

- Maldito Ferejov, todo esto es culpa suya...- se lamentaba sujetándose la cabeza con unas garras en lugar de manos.- Pero le destruiré, como él ha destruido todo mi mundo.

Uno de los lobos asintió con la cabeza, y lanzó un aullido. Los demás se unieron a coro con él y Wolver los miró comprendiendo.

- ¿Queréis ayudarme a pagar mi venganza?- dijo mirándolos.- Gracias...

Los ojos de Wolver se humedecieron parcialmente mientras brillaban con un pequeño brillo y empezó a recordar pequeños fragmentos de su pasado.

En primer lugar recordó una figura de mujer, era morena, de ojos claros y pelo rizoso. La recordaba con diferentes vestidos, ninguno era algo extremadamente lujoso, y también con un rasgado traje militar de camuflaje cochambroso, pero lo suficiente para que luciera en sus visiones como la mujer mas maravillosa del mundo con una enorme sonrisa. Pero esa imagen se desvaneció y otra apareció en su lugar. Se vio a si mismo expuesto en una camilla, atado con correas mientras un rostro frívolo le miraba con una jeringuilla tras unas lentes. Había gritos de hombres, de dolor, y sufrimiento en sus recuerdos. Y entonces, también recordó aquel nombre, "Ferejov", y aquel extraño palacio en medio del bosque, conocido como el Refugio. Volvió a disolverse los recuerdos, y volvió a recordar a la mujer morena, pero esta vez impregnada en sangre, con las vísceras saliendo por el estomago y en un charco de sangre.

- ¡¡Amanda...!! - dijo volviendo en sí, los lobos le miraron en silencio.- Ellos... ellos te... mataron... grrr...

No pudo reprimir un aullido, y su cuerpo empezó a cubrirse más aún de pelo por los brazos y la cara, cuya nariz se había desplazado algunos centímetros formando un hocico, donde sus colmillos se pronunciaban largos y afilados. Pero no solo su apariencia cambiaba, también su tamaño. Su cuerpo creció hinchando más y más los músculos, hasta que llegó a medir alrededor de dos metros y medio.

- Nunca le pude decir lo que sentía.- pensó para si mismo.- A pesar de que pasé tanto tiempo con ella, nunca conseguí encontrar la forma de expresarle lo que sentía.

Alzó un nuevo aullido, este arrollador, los árboles de alrededor bailaron de la increíble fuerza que desprendía solo con la fuerza de su voz, y en la distancia fue contestado por muchos  más. Sus ojos brillaron nuevamente con un poderoso destello blanco, y los lobos a su alrededor se incorporaron adquiriendo una ligera mutación en sus patas dándoles fuerza para mantenerse en pie.

Y de entre los matorrales, corriendo desde todo el bosque, empezaron a llegar mas manadas de lobos, grises, negros y rojizos que se unieron a él. En un instante, Wolver Klaus había reunido todo un ejercito de lobos y lobos-hombre que le seguirían.

FIN DEL CAPÍTULO 6